De acuerdo con Pino-Juste y Alonso (2014), dentro del desarrollo de los Entornos Virtuales de Aprendizaje, podemos encontrar las siguientes ventajas : El estudiante adquiere un rol activo en el proceso de aprendizaje, siendo el centro de la interacción con los demás participantes y materiales propuestos. Se puede proponer actividades y tareas mucho más significativas para los estudiantes, lo cual se verá reflejado en un mayor interés y autonomía en cuanto al desarrollo de las actividades propuestas. Adicionalmente, el desarrollo de Entornos Virtuales de Aprendizaje puede favorecer un clima de aprendizaje estimulante, con actividades y metodologías adecuadas a las capacidades y necesidades de los estudiantes, utilizando tecnologías de aprendizaje como grupos interactivos, trabajos en internet, etc. Asimismo, al tratarse de una metodología que estimula la interacción, se favorece el fomento del diálogo y la argumentación crítica sobre los contenidos y resultados de las actividades propue
Tradicionalmente, los Entornos Virtuales de Aprendizaje han sido herramientas utilizadas en educación pensadas para ofrecer experiencias de educación a distancia en las que se favorezca el intercambio de información. Los EVA buscan aprovechar las ventajas ofrecidas por las TIC para promover el trabajo colaborativo entre sus participantes. En este sentido, se entiende trabajo colaborativo como el aprendizaje y trabajo realizado en grupos. En este tipo de entornos colaborativos de aprendizaje, los docentes y profesores desempeñan un rol importante, sí, al deber diseñar entornos que favorezcan la colaboración entre estudiantes. Pero, se espera de los estudiantes un papel mucho más activo y central en el proceso de aprendizaje, responsabilizándose por interactuar y reconocer los materiales propuestos, profesores a cargo, y demás compañeros. Referencias Lizcano Reyes, R. y Chinchilla Ruedas, Z. (2013). Libro Electrónico Multimedial: Entornos virtuales de aprendizaje. Universidad de Santan